En el marco del día Mundial del Medio Ambiente, es importante comentar que correos electrónicos olvidados, cuentas inactivas y mensajes almacenados desde hace décadas son elementos virtuales que impactan negativamente el medio ambiente.
El almacenamiento de datos consume energía, contribuyendo al efecto invernadero. Es crucial debatir sobre soluciones sostenibles para mitigar el impacto de la digitalización en México y el mundo.
La contaminación digital, derivada del almacenamiento en la nube y el uso intensivo de internet, comercio electrónico y redes sociales, está teniendo un impacto significativo en el medio ambiente a nivel global. Es esencial que tanto empresas como individuos adoptemos la 'higiene digital', una práctica que implica eliminar datos innecesarios de nuestro historial digital. Así lo explica el experto en tecnología Norberto Maldonado.
Cada clic, búsqueda en internet y correo electrónico enviado se registran; desde las fotos subidas a Facebook en 2004, hasta los mensajes y memes compartidos por WhatsApp, todo está almacenado en algún lugar, lo que implica un consumo de energía y recursos, y un impacto ambiental considerable.
“A pesar del uso intensivo de internet en nuestras vidas, su impacto ambiental apenas ha comenzado a estudiarse, especialmente en estudios que documentan el consumo energético masivo del sector de tecnologías de la información y comunicación (TIC)”, comenta Maldonado.
Con más de 5 mil millones de personas con acceso a internet, aproximadamente el 60% de la población mundial, se genera un tráfico global de datos de 3.4 ZB. El usuario promedio de internet pasa alrededor de siete horas al día en línea, dedicando más de dos horas diarias a redes sociales y streaming de video, los servicios digitales más consumidos.
En México, según la Asociación de Internet MX, el número de usuarios de internet alcanzó los 101.9 millones en 2024, lo que representa un crecimiento del 5.2% y el 84% de la población mayor de seis años. Esto ha incrementado notablemente el tiempo promedio de conexión, con un 39% de los usuarios conectados durante nueve horas o más al día.
Un solo centro de datos consume el equivalente al promedio de 50 mil hogares. Con más de 200 teravatios hora (TWh) de consumo anual, la nube utiliza más energía que muchos países. Esta energía se traduce en emisiones de gases de efecto invernadero.
Por ello, es imperativo adoptar prácticas de “higiene digital”, eliminando regularmente datos innecesarios de nuestros dispositivos y cuentas en línea. Esta práctica contribuirá a reducir la contaminación digital y ayudará a mitigar el impacto ambiental asociado al creciente uso de tecnologías digitales.
Las innovaciones en tecnología energéticamente eficiente, el aumento del uso de fuentes de energía renovable y las prácticas mejoradas de gestión de residuos están entre las medidas que se están tomando para mitigar estos impactos. Sin embargo, a medida que aumenta nuestra dependencia de la tecnología digital, también lo hace la urgencia de encontrar soluciones sostenibles.
La “higiene digital” es una práctica que, adoptada de manera masiva, puede impulsar el equilibrio entre nuestras crecientes demandas digitales y la protección de nuestro medio ambiente.
En el marco de fechas clave como el Día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio), es importante reflexionar que tanto la innovación tecnológica como una conciencia colectiva sobre nuestra huella digital son esenciales para combatir la contaminación y lograr un mundo digital más sostenible, concluye Norberto Maldonado.
Fotografías: A quien corresponda
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