El municipio coahuilense, primero en el norte de México en obtener el nombramiento del Pueblo Mágico, es un destino ideal para conocer y organizar eventos y convenciones

A finales del siglo XVI, mucho antes de que México apareciera como tal en el mapamundi, el nombre de Parras ya era un referente mundial en Europa. El motivo: haberse fundado la primera bodega vitivinícola de todo el Continente Americano que se iba a Europa para goce de príncipe, reyes y toda la clase alta, principalmente de España.
Y es que en ese municipio del estado de Coahuila goza de tener terrenos naturales para el cultivo de uvas de las especies cabernet, malbec, merlot, entre otras; y ello, es motivo no solo para la venta de los vinos que producen los más de diez viñedos establecidos ahí, sino para ser uno de los principales atractivos turísticos que esperan año con año a miles de visitantes de México y el mundo.
En reciente entrevista para Tvrismo Al Aire, Miguel Chavarría, director de la Oficina de Convenciones y Visitantes (OCV) de Parras, Coahuila, remarcó la importancia turística que tienen los viñedos en esta población.

Miguel Chavarría, director de la Oficina de Convenciones y Visitantes (OCV) de Parras, Coahuila,
“Tenemos una historia vinícola de más de 400 años y por ahí quiero empezar, no todo es tomar vino y ya, hay desde conocer la historia del viñedo, el orígen de esto, cosechar las uvas, el ritual de pisarlas, etc. Aquí todos aprenden, desde los que son sommelieres, hasta los que no toman y nuestros niños. Todos se la pasan bien. Tenemos la ‘Ruta del vino’ donde, a través de nuestros viñedos conocerán parte de la historia de Parras”.
Sin embargo, no todo es vino y viñedos en Parras de la Fuente, nombre completo de este municipio, Chavarría destaca que cuentan con otros emblemas de la economía coahuilense en general, que los turistas también deben de conocer como la producción de mezclilla y otros textiles, así como importantes recintos culturales, como iglesias y plazas pública; así como restaurantes y más de 40 hoteles hoteles para todos los gustos y economías.
“Nadie debe de dejar ir a Parras, se adapta a todas las posibilidades y gustos, contamos con el templo del Santo Madero, en la parte más alta del Cerro del Sombreretillo, que resguarda una astilla de la cruz de Cristo y que tiene una vista impresionante a la ciudad o San rafael de los Milagros, que cuenta con unas enormes rocas con dibujos que realizaron nuestros antepasados y aún se conservan”, comparte.
Pero una de las funciones importantes de la OCV de Parras de la Fuente, es promover al destino como el ideal para hacer convenciones y otros eventos que atraen multitudes como ferias, conciertos, exposiciones, eventos deportivos, etc.
“El Parras cada vez más hay interés del sector privado en realizar sus eventos: asociaciones, organizaciones y empresas ya nos han elegido para realizar aquí sus convenciones. Cuando muy poco hemos reunido desde cien hasta casi mil personas. Nosotros seguiremos aprovechando plataformas como el Tianguis Turístico de México y otros eventos de promoción turística locales, nacionales e internacionales para seguir promoviendo el destino y vean que Parras es atractivo por todo lo que tiene para ofrecerles.
En 2004, Parras de la Fuente recibió de parte de la Secretaría de Turismo del Gobierno de México el nombramiento de Pueblo Mágico, el primero con ese nombramiento en el norte de México.
“Eso nos ayudó mucho e hizo que los ojos del mundo voltearon hacia nosotros. No tengo una cantidad exacta, pero son miles de personas las que nos visitan anualmente y descubren cosas nuevas, más allá de las que se anuncian en internet y las redes sociales, una de ellas es la calidad de la gente que le gusta ser amigable, pues saben que si lo son, provocan a que la gente regrese pronto”.
Parras, como prácticamente todo México, parte de su derrama económica depende del turismo, “así que vengan a enamorarse de Parras, se toman un vinito, caminan, callejonean, comen delicioso nuestra gastronomía tradicional, se meten a nadar en algunos de nuestros balnearios… en fin, ¡se la van a pasar bien!”, invita Miguel Chavarría.
Fotografías: Luis Felipe Hernández
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